viernes, 16 de diciembre de 2016

POSTMODERNISMO


El Graffiti


A finales de los sesenta los adolescentes en la ciudad de Nueva York empezaron a escribir sus nombres en las paredes de sus barrios, aunque en realidad utilizaban pseudónimos, creandose así una identidad propia en la calle. Estos chicos escribían para sus amigos o incluso para sus enemigos. Quizás el ejemplo más significativo y a la vez el más conocido por todos sea el de Taki 183, un chico de origen griego que a la edad de 17 años comenzó a poner su apodo. Su verdadero nombre era Demetrius (de ahí el diminutivo “Taki”) y 183 era la calle donde vivía (poner el nombre de la calle fue un elemento usado por muchos más escritores). Taki trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de un lado a otro de la ciudad. En el trayecto estampaba su tag (firma) en todos los lados, dentro y fuera del vagón. El no lo consideraba como algo malo, de hecho respondía así a las preguntas que le formularon en una entrevista en el New York Times: “Simplemente es algo que tengo que hacer. Trabajo, pago mis impuestos y no hago daño a nadie”. Estos actos le convirtieron en un héroe y poco después cientos de jóvenes empezaron a imitarle.



En El Salvador, el grafiti es una especie de “tatuaje social” o “piel ambulante”, utilizada para el reclamo. En varias zonas de la capital se encuentran muestras de arte y rebeldía de jóvenes que de un modo expresivo piden un espacio en la sociedad, como es el caso de fachadas de casas, muros en una avenida, puentes, escaleras, anuncios espectaculares.

Toda superficie a la mano se convierte en un lienzo donde los grafiteros, como les llaman a las personas, pintan y marcan, dejando constancia de una visión estética diferente.


Grafitis ubicados en Boulevard Tutunichapa, San Salvador








Entrevista al joven Eduardo Castillo quien se dedica a la elaboración de grafitis callejero.



El Tattoo

Es una marca hecha mediante la inserción de un pigmento bajo la piel.

La evidencia más antigua de tatuajes en momias se encontró en una perteneciente a la Cultura Chinchorro en la costa de Perú. En estas se conservan tatuajes existentes datados en el año 2000 a.C. Este tatuaje consiste en un bigote delgado sobre el labio superior de un hombre adulto.

Inclusive, en la misma zona se ha encontrado evidencia arqueológica que datan de hasta 60.000 años de antigüedad que podrían representar herramientas para el tatuaje.

En 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes de Ötztal, con 57 tatuajes en la espalda. Esta momia es conocida como el «Hombre de Hielo», es el cadáver humano con piel más antiguo que se ha encontrado y su antigüedad varía según distintos autores: Cate Lineberry, le ha calculado unos 5200 años de antigüedad. Sin embargo, las distintas culturas que utilizaron el tatuaje lo hicieron de distintas maneras; tanto como arte, en el sentido de creación de significados rituales o simbólicos, como ocurría en el Antiguo Egipto, como para marcar o señalar a los criminales, que es el caso de las antiguas Grecia y Roma. Incluso se cree que, por su posición en el "Hombre de Hielo", las marcas cumplieron un fin terapéutico, semejante a la acupuntura. Otras famosas momias antiguas con tatuajes que se han encontrado han sido la momia de Amunet, proveniente del Antiguo Egipto, y la momia está demostrando que la práctica del tatuaje es tan antigua como la historia de la humanidad. Además también se utilizaba en algunas tribus para diferenciarse los unos con los otros.

Entrevista a Marissa tatuadora de profesión en Tattoo Estudio 503.






El Piercing


Piercing (anglicismo, gerundio del verbo to pierce: agujerear, perforar, atravesar), adaptada al español como pirsin, es la práctica de perforar o cortar una parte del cuerpo humano, generalmente para insertar aretes o pendientes. Estas perforaciones son una forma de modificación corporal y reflejan tanto valores culturales, como religiosos y espirituales, y además parte de la moda, erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura.

Las diferentes culturas del mundo, a veces desconocidas por las sociedades occidentales, son la cuna de esta práctica, el perforado, como rito o señal de pertenencia a una u otra tribu, o a veces para indicar que una persona es ya madura. Dicha práctica difiere de las actuales, donde un perforado se coloca normalmente por cuestión de belleza.




No hay comentarios:

Publicar un comentario